Toledo no es azul.
Son nuevos sus colores y son viejos.
Son colores de todos y de nadie.
Colores sin perfumes y sin versos.
Toledo no es azul es un poema escrito por Juan Marco, que bien podría considerarse uno de los más hermosos dedicados a esta ciudad. Está ilustrado con quince acuarelas del pintor Alfredo Copeiro, que aportan una estética contemporánea del característico perfil de la ciudad a la sugerente visión que nos ofrece el poeta.